Hace unos días emprendí un viaje, lejos de todos, para aprender a conocerme, quererme y respetarme. No fue fácil, la idea en un principio me daba miedo, pánico, pero acá estoy, viajando una vez más.
Lo más difícil de aprender a quererme al principio fue aceptar que no puedo cambiar el pasado. Cuando me di cuenta que durante mucho tiempo ese sufrimiento que creía que era mala suerte, el destino o simplemente que me cruzaba con las personas equivocadas, era en realidad elecciones que yo misma tomaba. Es duro ver como me hice tantas cosas a mí misma. Ojo, no digo que me hago cargo de las malas acciones de los demás hacia mi, eso se que no es mi culpa, pero yo los elegí una y mil veces, yo me quedé a pesar de que algo adentro mío decía que eso no estaba bien. Primero, sé que antes de quererme, voy a tener que aceptarme, y aceptarme significa que voy a tener que hacerme cargo sin culpa de que tomé malas elecciones, inconscientemente, pero yo elegía ese dolor, yo elegía estar en la posición de víctima, y hoy ya no. Hoy, yo quiero ser protagonista de mi vida, y las cosas que pueda elegir que me pasen, elegirlas bien, elegir lo que me haga feliz, libre.
Empece por aceptar que todo el dolor que me causé, y perdonarme, Se que muchas cosas fueron mi responsabilidad, pero también sé que ya no quiero eso para mi vida y que voy a mejorar, porque lo deseo con todas las fuerzas que tengo en este momento.
Alguna vez leí:
"we accept the love we think we deserve"
y pensé, puede ser, puede ser que yo acepto que me celen, que me encierren, que me asfixien, que no me dejen ver a mis amigos, que no me dejen vestirme como quiero, salir como y cuando quiero, que no me dejen pasar tiempo con mi familia, que no me dejen estar sola, que me agredan verbal o físicamente, que me denigren, no tener privacidad, que me pidan las contraseñas, que me revisen el celular, que me interroguen acerca de quien es tal o cual persona que puso me gusta en una foto, que me elijan los amigos, que no me dejen realizarme como persona, podía ser que yo estuviera aceptando todo eso, pero... me lo merecía?
Y la respuesta era no, no me lo merecía.
Y entonces?
Por qué aceptaba todo eso entendiendo que era amor?
La respuesta era simple, si yo no me quiero ni me respeto, como puedo esperar que alguien más lo haga. Qué podía saber yo del amor y del respeto si no podía practicarlo conmigo misma?
Estaba equivocada al creer que sólo porque quería a una persona, tenía que aceptar esas cosas, y obviamente no era mi culpa recibir ese tipo de maltrato, pero si era responsable por aceptarlo una y otra vez en mi vida, por convertirlo en una manera de vivir.
Hoy sé que no pude ponerle una pausa a eso que me hacía tanto mal, hasta que empecé a valorarme a mi misma.
Cuando empecé de a poco a ver que podía estar sola y bien, que no necesitaba a alguien a mi lado que me dijera quien era, porque en el fondo yo lo sabía. Se quién soy y quien quiero ser, sólo necesitaba tiempo, espacio, necesitaba pensar. Hoy intento hacer sólo cosas que me hagan feliz, sin depender de nada ni nadie, vivo libre.
Y la libertad asusta, no voy a mentir.
Sobre todo, porque pasé años en los que mi estilo de vida era depender de alguien o que alguien dependiera de mi, y quizás hoy siento un poco de vacío, pero se que así voy a estar bien, porque ese vacío que siempre alguien más vino a llenar, hoy lo tengo que llenar conmigo, con lo que soy y lo que valgo y ponerme fuerte, para nunca más aceptar menos de lo que me merezco.
De ahora en más solo quiero aceptarme, quererme y respetarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario